miércoles, 10 de junio de 2009

Descripción del caso: Fisher Price y el plomo en los juguetes

Fisher Price, en el año 2007 comercializó en el mercado productos que estaban pintados con pintura que contenía altos niveles de plomo, violando las normas de protección al consumidor.


La salud de los niños podía verse gravemente afectada, ya que el plomo en altos niveles de concentración es muy dañino, ya que puede provocar daños neurológicos, demora en el desarrollo físico y mental, problemas de aprendizaje y otros problemas de salud. La Comisión de Seguridad de los Productos al Consumidor de Norteamérica, luego de analizar los juguetes, indicó la presencia de estos altos niveles de plomo en la pintura, lo que determinó que la empresa tuviera que pagar una multa de 2.3 millones de dólares por importar y vender juguetes con niveles excesivos de pintura que contenía plomo.


La Producción de estos juguetes fue tercerizada a productores chinos. Estos violaron, sin el consentimiento de la empresa, las normas o los estándares sobre la producción y los insumos a ser utilizados en la elaboración de los juguetes. La empresa debió realizar algún tipo de análisis para confirmar la calidad y características de los productos que iba a comercializar antes de su lanzamiento al mercado, ya que esto forma parte de las buenas prácticas que una organización debe seguir si busca ofrecer productos seguros y con altos estándares de calidad. De haber tomado esta medida de seguridad la empresa hubiera evitado una gran cantidad de inconvenientes.


La empresa decidió sacar los juguetes del mercado y entregar cupones con el valor del importe gastado para que sus clientes pudieran adquirir nuevos productos. Esto significó cuantiosas pérdidas para la empresa, ya que por un lado tuvo que pagar la multa impuesta por la Comisión de Seguridad de Productos al Consumidor y por otro lado, por el desecho de juguetes que no se podían comercializar. Así mismo, se vio comprometida la imagen corporativa, la confianza y las operaciones a largo plazo de la empresa.


Como se puede apreciar existen una serie de implicancias éticas que fueron violadas.

En primer lugar la empresa debió de analizar los valores, creencias, normas morales y éticas, estándares de calidad y confiabilidad de sus socios estratégicos, en este caso de la empresa que se encargaba de la producción de los juguetes. Debió buscar socios que poseyeran características comunes a las de su organización. Empresas que respetaran los derechos del consumidor y que buscaron ofrecer productos de calidad que no perjudicaran la salud de los consumidores.



En segundo lugar, debió tomar medidas preventivas antes del lanzamiento de los productos al mercado. Fisher Price debió evaluar las características de fabricación de los productos, ya que estaba entregando en su totalidad la producción de los juguetes que iban a ser lanzados en el mercado Norteamericano. La falta de esta evaluación previa, representa una mala señal y se traduce en una situación poco ética, ya que no confirmó si los juguetes cumplían con los estándares de producción requeridos para la elaboración de los bienes. Es así que la empresa tubo que atenerse a la multa impuesta por la Comisión de seguridad de los Productos al Consumidor.


En tercer lugar, una vez lanzados los productos al mercado, siendo estos adquiridos por miles de personas y luego de ser conocida la presencia de altos niveles de plomo en los juguetes, Fisher Price perdió credibilidad, afectando así su imagen y el respeto y la valoración de sus productos en el mercado.


Finalmente, para contrarrestar esta situación y en acuerdo con la Comisión de Seguridad de los Productos al Consumidor decidió retirar los productos del mercado, pidiendo las disculpas públicas del caso y asegurando que para sus presentes y futuras operaciones este tipo de situaciones jamás volverían a suceder, demostrando así el gran compromiso que tienen tanto con sus clientes como con sus valores y cultura que la identifican. Es decir un compromiso que busca ofrecer productos de calidad y valor que no atenten contra la salud de sus consumidores. En este caso asumió, como ya se mencionó, cuantiosas pérdidas a corto plazo pero que frente a las que podían generarse a largo plazo por la perdida de confianza, representan una cantidad insignificante.


Esta situación determinó que se resarcieran en alguna medida las consecuencias negativas de la lo sucedido, dando muestra una vez más que actuar en forma ética es una requisito indispensable para las operaciones de cualquier empresa, tanto a corto como a largo plazo.

Por otro lado, cabe mencionar que aparte de las consideraciones éticas que giran alrededor de la elaboración de los productos que se entregan al consumidor, los clientes toman en cuenta un escenario mucho más amplio, en la actualidad, al momento de evaluar a la empresa en la adquieren sus bienes o servicios.

Es así que en un mundo en donde cada vez tiene una mayor importancia las implicancias éticas y de responsabilidad social, debido a consumidores más informados, es de suma importancia que las organizaciones tomen en cuenta, para su desempeño y viabilidad a largo plazo, ciertos criterios que con el pasar de los años van tomando una relevancia cada vez mayor.




Estos criterios se basan pues en la base de la triple sostenibilidad, esta base se fundamenta en consideraciones ambientales, económicas y sociales.

Cada una de ellas es de vital importancia y el impacto de las operaciones de una empresa en cada uno de estos puntos va a determinar el grado de apreciación que muchos consumidores van a tener sobre las organizaciones.

En cuanto a las consideraciones ambientales, Fisher Price, debe de contar con procesos productivos de fabricación que no atenten contra el medio ambiente. Es decir sus insumos, su maquinaria y los desechos que podrían generar deben de ser lo menos dañinos posibles con el ambiente. Las empresas deben de tener en cuenta que todos formamos parte de un mismo ecosistema y que este no perdurará de seguir operando con tecnologías duras que atenten contra la preservación del medioambiente.


Se deben de contar procesos eficientes que aprovechen al máximo los recursos con los que se cuentan y se deben de contar con estándares y certificados que den muestra de que se opera en forma conciente y poco contaminante. La salud de las personas y del ecosistemas es pues un factor que no se puede dejar de lado y es imprescindible tenerlo en cuenta en las operaciones que realiza una empresa, ya que con el pasar de los años los consumidores cada vez más buscan productos que tanto en su elaboración como en su uso no contaminen al medio ambiente.

En cuanto a las consideraciones económicas, la evaluación de un buen desempeño no debe darse en función a los grandes márgenes que se podrían generar, al operar en países que cuentan con normas más flexibles que permiten el uso de insumos o procesos más baratos pero perjudiciales.

La empresa debe velar por contar con socios estratégicos o proveedores que exploten sus recursos de forma que no agoten los recursos de manera indiscriminada o que hagan uso de insumos que afecten a la salud de los consumidores, todo en pos de lograres menores costos. Las organizaciones deben explotar sus recursos teniendo en cuenta que muchos de ellos no son renovables. Le economía crece de manera vertiginosa y es vital que los ratios que determinan la salud económica de un país, se midan de forma distinta y no sólo por un mayor consumismo o productividad que se traduce en muchos casos en la explotación indiscriminada de los recursos

Fisher Price debe de tener muy en cuenta estos factores si quiere seguir operando de manera sostenible. Debe de contar con socios que tengan en cuenta esta realidad y debe de buscar más que lograr menores costos, producir productos de manera eficiente, con insumos renovables y que por ningún motivo perjudiquen la salud del consumidor, ya que lo que buscan actualmente las organizaciones es generar valor y al operar éticamente desde el punto de vista económico lo esta logrando.



Finalmente, debido a que todos los individuos tanto personas jurídicas como naturales formamos parte de la sociedad. Fisher Price, debe de tener en cuenta consideraciones sociales. Es por esto que debe de velar en términos generales por que exista una mayor equidad entre las sociedades. Es decir que las personas en general cuenten con la capacidad de cubrir sus necesidades básicas.

Esta organización como parte de la sociedad y como un ciudadano empresarial cuenta con ciertos deberes y derechos. Dentro de sus deberes y debido a que sus operaciones afectan a muchas personas debe de tener como finalidad lograr un mayor bienestar en los individuos, ya que tiene como compromiso ético y aplicado este en forma más particular, el velar por el bienestar de las comunidades en las que operan sus instalaciones o las de terceros que están vinculados con ellos. No debe de hacer caso omiso a la realidad de las comunidades que están al margen de sus operaciones, ya que esto daría cuenta de su falta de interés por el desarrollo social y más aun de la búsqueda de algún tipo de equidad.

Es así que este tipo de consideraciones se traducen en brindarle un mayor valor a los productos que elabora, ya que los consumidores son consientes del compromiso que tiene la organización con la sociedad en general.

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